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Narraciones para lectores del siglo XXI

Mireia Manjón

15 noviembre 2017

En un momento de profundos cambios, en Kosmopolis nos preguntamos sobre el futuro del libro y la industria editorial. ¿Cómo serán los relatos en la nueva década marcada por la inteligencia artificial? Las tres charlas del Bookcamp que os proponemos exploran la apuesta por las experiencias narrativas.

El tiempo de discutir sobre cuánto tardará en desaparecer el formato papel ha quedado atrás. Las nuevas conversaciones sobre el sector editorial y la creación de historias no se quedan en la cuestión del soporte, y van más allá. La forma de construir y consumir relatos está cambiando, y muta a través de medios, géneros y formatos. Sin ir más lejos, el pasado verano Manuel Bartual revolucionó Twitter con una historia de terror al estilo de la emisión radiofónica de La guerra de los mundos de Orson Welles. El historietista nos tuvo enganchados a las pantallas, esperando los tuits sobre su paranormal odisea como si se tratara de folletines decimonónicos. En este relato, la palabra escrita se corroboraba con imágenes y vídeos que mantenían a la expectativa a miles de tuiteros en tiempo real.

Actualmente para las editoriales ya no es concebible proponer una narración que explore un solo medio o formato. La predominancia del audiovisual, el desarrollo de la convergencia mediática, el progreso de la inteligencia artificial y el asentamiento del big data plantean un nuevo panorama para el mundo editorial: el libro se acompaña de nuevas experiencias que amplían el relato inicial y se ajustan a las demandas de la sociedad interconectada. Esta intensa (e incierta) transformación del ecosistema editorial se trató en el Bookcamp de Kosmopolis a partir de la siguiente pregunta: ¿hay futuro más allá del libro? Las tres presentaciones que introducimos a continuación ofrecen una respuesta afirmativa: el soporte libro será una parte de la experiencia de la que disfrutarán los futuros consumidores culturales.

«Estás detenido.» Este es el mensaje que recibieron los espectadores de El proceso, convertidos a partir de entonces en participantes. Cuando Belén Santa-Olalla y Nieves Rosendo plantearon la adaptación teatral de la novela de Kafka, no querían que fuera otra adaptación más. Querían que los espectadores vivieran la misma agonía que experimentó Joseph K al enfrentarse a un proceso legal del que parece imposible salvarse. Para lograr esta experiencia inmersiva, las creadoras de El proceso diseñaron un viaje transmedia que pasaba por interpelar a los participantes (previamente a la función) con llamadas telefónicas, mensajes de móvil, performances callejeras y perfiles en Tinder y Airbnb, tal y como nos explicaron. Es una experiencia que se adapta al contexto de convergencia mediática actual y expande el formato teatral, para que las personas sientan que forman parte del universo de la narración.

La pasada década estuvo marcada por la aparición del iPhone y las nuevas tecnologías móviles, que han ayudado a expandir el ecosistema de medios. Pero ¿cuál será la siguiente gran revolución tecnológica? Según el experto en prospectiva Javier Celaya, los próximos diez años estarán marcados por la introducción de la inteligencia artificial en nuestra vida cotidiana. Algo que, de hecho, ya ha empezado: las plataformas de VoD como Netflix recomiendan qué ver a partir del big data que sus sistemas recogen sobre nosotros.

Por supuesto, esta tecnología también se introducirá en el mundo del libro.«¿Cómo nos ayudará la inteligencia artificial a mejorar el proceso de descubrimiento de un libro y la decisión de compra?» Javier Celaya entiende que el sector editorial se centrará en potenciar los sistemas de generación de algoritmos. A partir de la información recogida por las máquinas sobre nuestras preferencias literarias, las editoriales no solo recomendarán libros, sino que también establecerán patrones para entender lo que les gusta a los lectores del siglo xxi.

Dan Franklin no habló tanto del futuro del libro como de su historia más reciente en cuanto a innovación digital. Según Franklin, las editoriales se encuentran en un momento de estancamiento: se incrementa la tendencia a consumir productos rápidos (long read), la venta de ebooks ha caído, el mercado de aplicaciones está saturado y la industria editorial tiene dificultades para conectar con su público. Este panorama refuerza la tesis de Franklin: se necesita redefinir las editoriales para potenciar las experiencias narrativas y así conectar con los consumidores. Que Pokemon Go haya triunfado por su combinación de mundo real y virtual significa que predomina la hibridación de medios, géneros y formatos. En el mundo editorial esto se consigue acompañando el contenido textual de propuestas que vayan «mucho más allá de escribir de manera aislada».

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