Artistas sebaldianos

El interés por la obra de W.G. Sebald ha cruzado diversas disciplinas y registros, dando pie una serie de propuestas que sintonizan, dialogan o se apropian de ese intrincado tejido de imágenes y textos que es el universo sebaldiano. Este es, tal vez, uno de los rasgos distintivos del proyecto de Sebald: su capacidad para ser permeable a otros creadores, su cualidad, quizá, de injerto, de virus, de contagio.

Es difícil escribir sobre viajes, sobre la supervivencia al horror, sobre digresiones históricas, personajes excéntricos, muebles antiguos, aves, arquitectura, paisajes, escuelas; el polvo… sin evocar al maestro alemán, afirma Sabina Murray en un artículo sobre el fenómeno Sebald. Si bien el lienzo que componen las técnicas y los dispositivos sebaldianos ya está presente en muchos de sus predecesores, su propuesta ha dado pie a un compleja poética a la que se han acercado muchos otros autores. El recorrido es largo y podría incluir a escritores de diversas procedencias y generaciones: el Auster de La invención de la soledad, el Pierre Michon de Vidas minúsculas, el Don DeLillo de Submundo, el Enrique Vila-Matas de Doctor Pasavento o de Historia abreviada de la literatura portátil. Más recientes todavía, la Nicole Krauss de La gran casa, el Sergio Chejfec de Baroni: un viaje o de Mis dos mundos; el Teju Cole de Ciudad abierta. Pero lo cierto es que los ecos de Sebald están presentes en muchos creadores más allá del territorio de la literatura en papel. La siguiente es una lista de artistas que trabajan de un modo afín a Sebald y que están presentes o recorren de alguna forma las páginas virtuales del ensayo visual y textual que Las variaciones Sebald busca componer.