En Ràbia (Proa, 2022), Sebastià Alzamora nos coloca en una isla sin nombre en estado de transformación a causa de un turismo irrespetuoso con el entorno. La novela está atravesada por dichos cambios en el entorno y los retos que suponen, y el modo en el que los personajes se impregnan de ellos. En La mar rodona (Club Editor, 2020), Sebastià Perelló nos traslada directamente a Mallorca. Plantea tres épocas distintas, a partir de una hilera de recuerdos sobre un lugar que, metafóricamente, parece estar a punto de desaparecer.
Con el mar de fondo, esta conversación moderada por Llucia Ramis conecta tres isleños de nacimientos y nos sumerge en los efectos que la insularidad puede tener en la literatura; en cómo la literatura puede, o no, representarla.
