Kosmopolis 23
Eva Baltasar, Sara Mesa, Eider Rodríguez y Andrea Gumes
Léxicos familiares
Destacada por la crítica como una narradora imprescindible de la contemporaneidad, crea personajes y atmósferas que no dejan indiferentes.
© Sonia Fraga
Periodista de formación, la escritora Sara Mesa nació en Madrid, pero creció en Sevilla, desde donde concibe sus novelas. En 2020 decidió abandonar el periodismo para dedicarse plenamente a la literatura. Su producción literaria, traducida a una decena de lenguas, ha recibido el reconocimiento unánime de la crítica, que destaca la capacidad de la autora de explorar el tejido psicológico de sus personajes y crear imágenes precisas que colocan al público lector en un territorio que es a la vez incómodo e iluminador. En Anagrama ha publicado las novelas Cuatro por cuatro (2012; finalista del Premio Herralde de Novela), Cicatriz (2015; Premio El Ojo Crítico de narrativa), Un incendio invisible (revisada en 2017 y publicada originalmente en 2011 por la Fundación José Manuel Lara), Cara de pan (2018), Un amor (2020) y La familia (2022; Premio Cálamo y XXIX Premio Andalucía de la Crítica). También la colección de relatos Mala letra (2016) y el ensayo Silencio administrativo. La pobreza en el laberinto burocrático (2019), donde reflexiona sobre los impactos de la pobreza y el modo en el que la sociedad se enfrenta a ella.
Anteriormente había publicado las novelas La sobriedad del galápago (Diputación Provincial de Badajoz, 2008), No es fácil ser verde (Everest, 2009) y El trepanador de cerebros (Tropo Editores, 2010). Es autora del poemario Este jilguero agenda (Devenir, 2007) y colaboró con el ilustrador Pablo Amargo en el libro Perrita country (Páginas de Espuma, 2021). Su escritura navega en las complejidades y en la diversidad de los vínculos personales individuales y colectivos. Su nombre ha aparecido en varias antologías, como Tsunami. Miradas feministas (Sexto Piso, 2019) o Riesgo (:Rata_, 2017).
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